18 Oct 2022 – El mundo emitió 46 millones de kilotoneladas de CO2 equivalentes, según cifras de 2020. China y la OCDE fueron los mayores contaminantes de dióxido de carbono, con 12 y 14 millones, respectivamente. Chile se comprometió en tanto a conseguir la carbono neutralidad en 2050, meta que considera la descarbonización de la matriz de generación eléctrica, mientras su participación en la polución mundial llegó a 113 mil kilotoneladas ese mismo año. “No importa lo rápido que vayamos nosotros. Si lo pudiéramos hacer y a cualquier costo, no moveríamos ninguna aguja. Eso no quiere decir que no tengamos que cumplir con nuestro deber porque estamos en un desafío de subsistencia de la humanidad, si nos equivocamos mucho, nuestros hijos y nietos la van a pasar muy mal. Chile, dada su distribución de recursos naturales renovables de fuentes primarias para traducirla en energía eléctrica, tiene la exquisita oportunidad de explotar y utilizar racionalmente todos esos recursos pero a un timing que no genere distorsiones importantes”, señaló Pedro Miquel, Director de Systep, en el contexto del webinar “La mirada de los comercializadores de energía de la descarbonización y la transición energética”.
Si bien el asesor indicó que ojalá pudiéramos alcanzar la descarbonización lo antes posible, se deben enfrentar dos temas “cuánto nos va a costar económicamente y si los sistemas eléctricos pueden funcionar sacando todas las centrales de carbón mañana”. Según el experto, existe un relativo consenso sobre “que no se pueden retirar 5.000 megawatts de generación a carbón y pretender que el sistema eléctrico funcione las 24 horas del día sin reemplazarlo en las horas que no hay viento y sol con una generación equivalente. Sí se puede descarbonizar, pero la velocidad es algo muy complejo”.
Por su lado, la Socia y Gerente General de EMOAC, Vannia Toro, enfatizó que “estamos frente a una crisis climática y a todos nos corresponde hacernos cargo en nuestra proporción, lo importante es que ojalá lleguemos a la meta lo antes posible, pero en el camino no nos podemos perder y llegar a contrasentidos que incluso nos hagan retroceder. Por ejemplo, hoy día el retiro de las centrales a carbón nos está haciendo reemplazar su generación con centrales diésel que si bien emiten menos toneladas de dióxido de carbono por cada mega producido por las centrales a carbón, igualmente tienen un aporte importante y un costo muy elevado”.
Al respecto, de acuerdo con la ejecutiva, el reemplazo lógico que se ve es “descarbonizar con centrales GNL que tienen un costo variable de operación más elevado, por lo tanto, los costos marginales debieran subir. Para poder alcanzar esta meta de descarbonizar al 2040, existen estudios que dicen que operativamente es factible, pero debemos conciliar la estabilidad del sistema porque estas centrales a carbón no aportan solo generación, sino que aspectos relacionados con la estabilidad”.
Toro añadió que para sacar esos 5.000 megas se requerirán más de 23.000 MW de energía solar y eólica junto con almacenamiento, lo que significa un desafío territorial inmenso debido a la cantidad de hectáreas que se necesitan para instalar ese nivel de potencia.
Por su lado, Luis Vargas, Doctor en Ingeniería Eléctrica de la University of Waterloo, Canada, y Director de Vinculación Externa de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, comentó que el rol de las empresas comercializadoras de energía es mucho más activo al buscar contratos y acercarse más a las necesidades que tienen los usuarios finales. “Creo que es muy importante que puedan jugar un rol significativo en la transformación energética que necesitamos todos”.
PRECIOS
El costo marginal que tiene el sistema es una señal de largo plazo que también es aplicable a los clientes, de acuerdo a la gerente general de Emoac, “efectivamente estamos en una crisis respecto a los precios, hay baja disponibilidad de agua, el costo del combustible está muy caro y ese problema no solo lo vive el mercado libre sino que también el regulado. Parte de eso es lo que pasó en las licitaciones donde hubo solo un 15% de adjudicación”.
Según Toro, “si queremos transicionar, tenemos que pensar en hacer las cosas distintas y ahí el rol del comercializador es clave en dos puntos. El primero de ellos es que efectivamente el comercializador de energía es un habilitante del desarrollo de centrales renovables. Hoy en día los comercializadores de energía están firmando PPAs directo con las empresas generadoras renovables, incluso en lógicas que son más beneficiosas para esas empresas porque les compran directamente curvas de producción, en los puntos donde inyectan estas centrales lo que les da estabilidad de flujo que es lo que busca un generador mayorista”.
Agregó que el rol del comercializador aguas abajo es preocuparse de gestionar una cartera que sea ad hoc con sus retiros y ahí tiene un incentivo. “Es ahí donde el comercializador se transforma en un vehículo para que el consumidor sea un actor activo en el mercado. Los márgenes del comercializador son bajos respecto de los volúmenes y para poder sacar el mayor beneficio de ese margen tiene que intentar optimizar la producción horaria con sus retiros. Esa señal es necesaria en esta búsqueda de la optimización que el comercializador la traspase al cliente. Cómo lo hace, con precios diferenciados, ofertando baterías en modelo eco que generan ahorros para el abastecimiento del comercializador hacia su cliente. Esos ahorros son traspasados al cliente y de esa manera el comercializador es el que se encarga de conectar la operación y los costos reales del sistema con el consumidor para que se transforme en un prosumidor y efectivamente siga las señales del mercado”.
Por su parte, Eduardo Andrade, secretario ejecutivo de ACEN y moderador del webinar, recabó lo que señaló el profesor Vargas respecto a que “si yo tuviera la posibilidad de elegir qué tipo de fuente de energía me provean en mi casa, elegiría, aunque fuera un poco más caro, algo verde”. Al respecto, Andrade dijo que “creemos que una deuda que tiene el actual gobierno y la administración anterior es no haber avanzado y no estar avanzando ahora en la libertad de elegir quien suministra la energía”.
Según el representante de la gremial, es necesario que los consumidores de electricidad tengan la oportunidad de optar por qué tipo de energía quieren y con quién la contratan, ya que por ese camino, “creemos también que podemos avanzar más rápidamente en la transición energética. Especialmente ahora que el costo de tener esa energía renovable es muchas veces igual o ligeramente superior a la convencional”.
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