18 Ago 2022 – La crisis energética europea tiene a sus ciudadanos prácticamente apagando la luz y fijando sus aires acondicionados en 27 °C. Esta situación “se podría revertir a mediano y largo plazo acelerando la transición energética que requiere enormes inversiones del sector privado para electrificar la economía y descarbonizar el sector eléctrico. Sin embargo, para fomentar esta inversión, hacen falta cambios importantes en el diseño de los mercados eléctricos y en el marco del sector energético, en particular, para conseguir el apoyo y participación de los consumidores-ciudadanos”, puntualizó el Dr. David Robinson, Senior Research Fellow en Oxford Institute for Energy Studies (OIES), en el contexto del Diálogo ACEN “Crisis del gas en Europa: impacto sobre la comercialización de energía”.
¿Cómo se acelera la transición energética? De acuerdo con Robinson, se debe acordar un nuevo diseño de mercado que garantice la seguridad del suministro eléctrico descarbonizado, evite intervenciones gubernamentales en el sector eléctrico que retrasan la transición y aumentan sus costos, y promueva el apoyo activo de los consumidores y la participación en los mercados de electricidad. En este último punto, se requiere “empoderar a los consumidores para que puedan beneficiarse de participar en los mercados”.
Cuando los consumidores tienen la alternativa física de consumir su propia energía y hasta de desconectarse si el sistema es muy caro, continuó Robinson, no tienen el mismo poder que antes. “Justamente el papel del comercializador nuevo es ayudar al consumidor a ser un actor, a ser competitivo porque si intentan subir los precios habrá competidores que ofrezcan algo más barato. Los consumidores también van a estar buscando contratos más a medio plazo para estar fijando sus costos y para no depender tanto de la volatilidad de los mercados mayoristas. En mi opinión, estamos en una situación en que suponer que habrá inversiones sin cambiar el diseño del mercado no creo que sea correcto”.
De acuerdo con el investigador del OIES, el monopolio de distribución y la comercialización no tienen los mismos incentivos, “mientras el primero prefiere que los consumidores no estén activos y que solo paguen la cuenta, los comercializadores y agregadores apuestan porque el consumidor final sea activo a través de sus contratos no solo en la compra de energía, pero también en la venta de energía y de servicios complementarios en los mercados de congestión, de capacidad, de energía, etc. Para que eso sea así, no solo los comercializadores deben tener acceso a estos consumidores pequeños, sino que también saber cómo agregarlos. Eso requiere que existan mercados donde tanto los consumidores como los comercializadores o agregadores puedan vender los servicios”.
En el futuro, agregó, estima que tanto en la Unión Europea como en Gran Bretaña “y por qué no en Chile, el desarrollo de la comercialización, la agregación o comunidades energéticas a nivel local van a ser fundamentales. Sería algo que falta ahora y que va a tener un impacto importante en los consumidores, no solo algunos beneficios para ellos o para el sistema, pero también para la transición energética”.
QUIEBRA DE COMERCIALIZADORAS EN ESPAÑA
Por otro lado, Raúl Fernández, Director General Negocio Gas Natural en Factor Energía, la quiebra de algunas comercializadoras españolas se ha debido a la combinación letal de tres elementos que incluyen retrasos en los pagos, estrés en los flujos de caja y ausencia de coberturas. “Estamos viendo un goteo cada mes de comercializadoras que no pueden resistir esos precios, pero especialmente lo más duro para ellas es el tema del working capital. Si antes has comprado la energía a 20 euros el mega y la energía la compras semanalmente, qué ocurre, si el precio se pone a 100, la energía que tú tienes que comprar se multiplica por 5, es decir, la energía que tú tienes que financiarle al cliente que le facturas al cabo de 1 mes y medio se multiplica por 5. Entonces si no tienes un pulmón financiero muy fuerte, te vas a la bancarrota simplemente porque no puedes financiar tus compras en el mercado. Esto ha provocado la quiebra de comercializadoras rentables y aquellas que no habían hecho sus deberes que no tenían las coberturas”.
Según Fernández, la competencia es súper buena y lo que han traído las energías renovables es un empoderamiento del consumidor especialmente en el autoconsumo, “eso es la gran revolución. La transición energética debe evitar que en el mercado de la generación, especialmente en el eléctrico, haya una componente oligopolística que precisamente va en contra de esa competencia y que un factor, el autoconsumo, puede reducirlo. Al final si todo va bien, la transición energética acaba con la fusión nuclear, es decir, las renovables y las fósiles acaban en un elemento que es la fusión nuclear y se evitarían estos serios problemas que estamos teniendo ahora”.
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