29 Jul 2022 – Desde hace 40 años que no se hace una reforma a la ley de distribución y desde ACEN, tal como lo indicó Sebastián Novoa, su presidente, en el programa Hágase la luz, ya es necesario introducir cambios en la regulación que permitan distinguir concretamente al comercializador como un actor relevante en el mercado eléctrico chileno. “Creemos que es importante que esta figura se reconozca porque tiene que haber una regulación y un marco que permita que otras empresas puedan comercializar para que haya más competencia, más liquidez y mejores productos pues esto va a beneficiar al cliente final”.

Agregó que a ACEN le interesa promover un mercado más profundo y dinámico, que pueda ser capaz de dar soluciones a los usuarios y “por eso nos interesa empujar la reforma a la ley eléctrica en lo que se refiere a la distribución”. Pero en lo inmediato, existen acciones no regulatorias que se mencionan en la campaña, que la gremial está impulsando, denominada “bajemos el límite de la potencia” que tiene como objetivo aumentar paulatinamente la cantidad de clientes que puedan participar en el mercado libre eléctrico.

Esa liberación implica, según Novoa, que los usuarios “pueden elegir su fuente de energía, pagar menos, obtener mejores servicios y ser atendidos por alguien que les interesa atenderlos que también es uno de los grandes dolores de los clientes.

Si se baja el límite de la potencia, indicó el representante de la gremial a, por ejemplo, 100 kilowatts, se impactan a pymes como una panadería, un aserradero pequeño o una pastelería. Son “pequeños negocios que generan la masividad del empleo en Chile y que puedan ahorrar un 30 o 40% de la electricidad es muy relevante, y más en un contexto en que las cuentas para esos usuarios van a subir”.

El ejecutivo comentó que la posibilidad de esta baja de la potencia es “una suerte de FOGAPE eléctrico, pero sin costo estatal, ya que simplemente se le está permitiendo a los usuarios optar a pagar menos en su cuenta de la electricidad y elegir tecnologías limpias”.

De acuerdo con Novoa, esto último va a permitir la instalación de más centrales de generación renovable porque los contratos de esos clientes servirían para sustentar los ingresos de los generadores y además se alinea con las metas de la transición energética del país.
Finalmente, el presidente de ACEN, invitó al Ministerio de Energía “a tomar con fuerza la bandera de los usuarios finales, darles libertad y alternativas para que busquen mejores condiciones e ir al TDLC a pedir el informe del que habla el artículo 147, que permitiría reducir la potencia. No es más que pedirle a ese tribunal que investigue si hay niveles de competencia suficientes para bajar el límite de la potencia. Si hay competencia, por qué no darle la posibilidad a los chilenos y chilenas de acceder a mejores condiciones para su suministro eléctrico, a buenos servicios y a energía renovable”.

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